lunes, 20 de marzo de 2017

La ducha (de un hombre casado y con hija pequeña)

La ducha generalmente ocurre luego de que su esposa y su hija se bañaron. Entonces:

- Entrar al baño.
- Intentar abrir la ducha.
- Sacar la bombacha colgada de la canilla.
- Ahora sí, abrir la ducha.
- Entrar.
- Salir.
- Ir hasta el calefón a regular la temperatura, porque a esposa le gusta el agua hirviendo y a hija casi fría.
- Volver a la ducha.
- Entrar.
- Recoger los 30 juguetitos desparramados.
- Salir
- Dejar los juguetes en el cuarto de la niña.
- Entrar de nuevo a la ducha.
- Sacar el pelo que taponea el desagüe.
- Tomar el jabón.
- Ese no, el otro, porque ese ese "tiene hierbas aromáticas con escencia de lecugas y rabanitos, que te deja la piel tersa y exfoliada... y es carísimo".
- Sacarle el pelo que envuelve al jabón.
- Sacarse el pelo mojado de los dedos.
- Sacarse el pelo mojado de la panza.
- Sacarse el pelo mojado de los dedos.
- Sacarse el pelo mojado de la pierna.
- Sacarse el pelo mojado de los dedos.
- Sacar de nuevo el pelo que taponea el desagüe.
- Tomar la esponja.
- Sacarle los pelos a la esponja.
- Sacar de nuevo el pelo que taponea el desagüe.
- Pasar el jabón en la esponja.
- Pasarse la esponja por el cuerpo.
- Gritar "EL AGUAAAA" para que su mujer cierre la canilla de la cocina y deje de salir agua hirviendo de la ducha.
- Buscar su shampoo entre 18 frascos diferentes.
- Ponerse shampoo.
- Enjuagrse eso, que parecía su shampoo, pero que es un crema de enjuague con semen de unicornio extirpado durante una luna en cuarto menguante que te deja el cabello liso y sedoso.
- Buscar de nuevo el champoo, ahora entre los otros 15 frascos que están en el piso.
- Colocarse shampoo en la cabeza.
- Refregar la cabeza suavemente.
- Escuchar a su hija entrar al baño mientras dice "papi, no me aguantaba".
- Sostener la cortina de la ducha con los dedos como si fueran tenazas, no vaya a ser cosa que se le ocurra abrirla.
- Aguantarse el ardor de el shampoo al entrar al ojo derecho.
- Inventar una adivinanza a pedido de la niña.
- Respirar menos profundamente cuando el olor a caca inunda el baño.
- Explicarle la adivinanza.
- Oír cómo la nena abandona el baño.
- Gritar "LA PUERTAAAAAA" para que su esposa venga a cerrarla.
- Observar cómo deja de salir agua de la ducha.
- Salir de la ducha.
- Pisar uno de los juguetitos que la nena trajo para entretenerse mientras hacía caca.
- Tomar la pelela de la nena.
- Vaciar el contenido en el inodoro.
- Apretar el botón.
- Lavar la pelela con el hilito de agua que sale del lavabo.
- Llenar la pelela.
- Enjuagarse la cabeza con agua fría (y un poco de asco).
- Ver cómola puerta se abre, tomar la toalla y cubrirse lo más rápida y acrobáticamente posible
- Dejar que la nena desclave de su pié el juguetito que volvió a buscar.
- Lavarle el juguetito para sacarle la sangre.
- Secarse.
- Sacar del botiquín una venda para el pié.
- Salir del baño.


lunes, 6 de marzo de 2017

Historia de la música, desde el punto de vista de un ingeniero

Siempre digo que si uno quiere ver al ser humano en su mas simple expresión, tiene que mirar a un niño.
El niño hace música golpeando algo.

Imagino el primer instrumento musical de la historia: Un cavernícola se tropezó con un tronco hueco, haciendo un ruido nuevo pero lindo. Luego, trae un palo, y golpeándolo, podía reproducirlo cuando quisiera.
Era sólo un palo golpeando un tronco, pero ya era algo.

Pero claro, todo evoluciona. El tronco fué llevado a la tribu, y el señor que lo golpeaba se transformó en el primer músico. Ya en ese entonces el tipo usaba el pelo más largo y con más piojos que los otros y las mujeres cavernícolas querían que las golpearan a ellas como al tronco.

Qué ocurrió a partir de ahí? La cochina envidia: Otros cavernícolas también querían ser músico y disfrutar de los beneficios, así que cada uno de ellos trajo su propio tronco, pero claro, cada tronco sonaba distinto!
Entonces, un piola bárbaro, se trajo 2 troncos. Nace el primer bongó. Ahora sí,  ése tipo se llevaba todas las minas.

Habemus instrumentos de percusión!

Cómo eran cavernícolas pero no tontos, descubrieron la progresión evidente: A más troncos más mujeres.  Fué así que uno empezó a agregar más y más troncos! Nace el xilofón. Y el tipo, que además cantaba guturlamente bien, se convierte en estrella. Tocaba 5 veces por noche en las aldeas vecinas, dormía en la combi, y hasta tenía dos cavernícolas ligeras de pieles que bailaban en el escenario y le hacían coro.

Y todo siguió mas o menos así, hasta que los fabricantes de xilofones empezaron a quedarse sin troncos huecos, así que tuvieron que empezar a usar árboles, los cuales cortaban y luego ahuecaban. Pero, qué hacian con las ramas? Se las daban a sus hijos para que jueguen a los garrotazos. Y como siempre ocurre, uno de los pibes que era medio gordito (era el que siempre iba al arco, fija) se cansaba rápido de correr y era el que más palazos recibía, así que dejó de jugar, y como se aburría se puso a imitar a su padre y a ahuecar las ramitas. Vaya uno a saber si el gordo se quizo morfar la rama o qué, el tema es que se la llevó a la boca y como tenía que respirar, sopló adentro. Así nace la primera flauta. Por la misma progresión descuebierta antes, a más flautas más mujeres. Nace el siku.

Habemus instrumentos de viento!

Pero estaban los otros también, los que no tenían ritmo, y tenían que comer igual. Esos seguían recolectando fruta - las mujeres y los menos atléticos-, y cazando -los machos alfa-.
En una de esas, un macho alfa, que quería presumirle a las chicas de la tribuna, quería hacer llegar la flecha más lejos que el resto, y tensó la cuerda del arco más de lo habitual. Al tirar la primera flecha, la cuerda vibró en el aire, produciendo un sonido nunca antes escuchado. Uno de los representantes que estaba en platea alta comiendo un pancho, y que tenía un hijo músico, le vió la veta, y así nació el primer birimbao. Mas cuerdas, más mujeres, nace la guitarra.

Habemus instrumetos de cuerda!


Ahora, con instrumentos de percusión, viento y cuerda, ya se formaban bandas. Y así dejamos de ser cavernícolas .

Claro que tocaban lo que les salía en el momento y no había dos canciones iguales, hasta que ocurrió lo que tenía que ocurrir: Uno de los músico quería conquistar las dotes de una doncella y ella, delicadamente le dijo "Yo te entrego mi tesorito, si me pagás un trago y me tocás de nuevo el track 4, que me encantó".
Horror! No había manera de tocar lo mismo!

Cómo ésta escena comenzó a repetirse, y las chicas empezaron a preferir a los jugadores de las cruzadas (los que quedaban vivos, obvio), los músicos empezaron a de alguna manera registrar sus piezas como podían, a fin de reproducirlas luego, aunque a veces no resultaba nada práctico:

    - Tocar Tambor 1, tambor 1, tambor 1, tambor2tambor2tambor2BOMBOFUERTE, tambor 1.
    - Soplar tapando agujero 1 y 2, tapar agujero 3 y 5, destapar agujero 1, respirar, soplar.
    - Tocar cuerda larga muchas veces hasta que el BOMBOFUERTE suene, y esperar un rato. Repetir con cuerda corta, pero más lento.

Entonces, se juntaron los músicos más famosos en una gran asamblea y se pusieron a idear un método de escritura que además fuera práctico leer.

El problema fué que entre ellos no había ningún ingeniero. Y salió el desmadre que hoy conocemos.

    - Tenemos 5 dedos no? Bueno, vamos a poner 5 líneas.
    - Genial! 5 líneas.
    - Ok, ahora ponemos las notas… cuántas eran?
    - 7
    - 7 notas, para 5 líneas? Ugh…
    - Agregamos dos líneas?
    - No, se hace muy ancho… mejor escribimos en las líneas y en los espacios en blanco!
    - Es buenísimo! Qué genio sos!
    - Gracias, gracias. Pasáme la chala.
 
Como se puede ver, desde la creación del pentagrama le pifiaron.

    - Che, y cómo ponemos las notas?
    - DO, RE, Mi… y así.
    - Noooo, hay unos que están hace rato tratanto de copiar la música de Mozart, y la hacen cumbia!
    - Los Marama?
    - No sé cómo se llaman, pero hay que hacer un código, o algo.
    - Ya sé, le metemos puntitos.
    - Puntitos?
    - Seeee, el puntito en la segunda línea es un SOL.
    - Ok…. Pero y el DO?
    - Uh, queda abajo de las líneas, no?
    - Si.
    - Y bueno, ponélo ahí. Se sobreentiende.
    - Muy bueno! Pasáme la chala.

Puntitos! Se imaginan? En pleno concierto, por ahí sonaba una nota totalmente desubicada, y era un mosquito en la hoja. Además, se escribía con pluma y tinta. Cada vez que la pluma goteaba en la hoja, había que empezar de nuevo… si se daban cuenta. Sino, volvía a sonar cualquier cosa.

Pero no sólo la notación, fué creciendo de manera irracional. También los instrumetos.

    - Che, mirá, le puse un bombo más a la batería.
    - Pero, está abajo! 
    - Si, lo tocás con el pié.
    - Cómo con el pié?
    - Si, si están al pedo mientras estamos sentados.
    - Che, entonces con el otro podemos tocar dos tapas de ollas!    - Muy bueno! Pasáme la chala.

Con el pié! Qué aberración es esa!? Además, cada dos por tres había que cambiar el cuero del bombo porque la patada era muy fuerte. Y por otro lado, en ésa época hubo mucho músico emancipándose a la fuerza porque las madres estaban hartas de tener las tapas de las ollas abolladas. 

Y siguió asi con otros instrumentos.

    - Mirá lo que hice!
    - Esa guitarra tiene seis cuerdas!
    - Seeeee
    - Pero tenemos sólo cinco dedos…
    - Seeeeee
    - Y cómo hacemos? Tocamos también con el pié?
    - Seeeeee... digo nooooo! Ésta no se toca, es para tener una cuerda de repuesto cuando se te rompe alguna de las otras.
    - Muy bueno! Pasáme la chala.

Claro, que después se olvidaron, y empezaron a tocar esa sexta cuerda también. Y le siguieron otros inventos rarísimos: 

    - Mirá, le puse cuerdas más largas!
    - Le ponemos bajo.
    - Mirá, me salió un guitarrón!
    - Le ponemos contrabajo.
    - Mirá, hice una chiquitita!
    - Le ponemos charango.
    - Mirá, le metí un montón más de cuerdas!
    - Le ponemos arpa.
    - Mirá, hice una sin trastes!
    - Uhmmmmmm…. Pasame el birimbao ese que te salió mal, lo pasamos por arriba y suena como un gato al que le están haciendo el amor por la fuerza…. Le ponemos violín!
    - Muy bueno! Pasáme la chala.

Y pos supuesto, la aberración mayor. Combinaciones:
  - Percusión + vientos = órgano.
  - Percusión + cuerdas = piano.
  - Vientos + cuerdas = todavía están tratando.

Y finalmente, se metieron con los semitonos. Buscaron la manera de meter notas entre las notas, pero claro, poner en todas las notas hubiera sido lo más lógico y muy ingenieril… así que lo hicieron en sólo 5 de las 7.

Cón éste comienzo, y ésta evolución desordenada, es más que evidente que no hubo ningún ingeniero en todo ésto. Si lo hubiera habido, no me resultaría tan difícil tocar una cuerda a la vez ésta guitarra maldita, si están todas tan juntitas!