Iba caminando desde el trabajo a tomar el
tren como todos los días, ya cerca de la estación San Martín en Retiro, cuando
un objeto que no correspondía a la escena habitual llamó mi atención: un
lámpara tirada en la vereda. Era una lámpara de esas viejas a kerosene, que mi
padre solía llamar "sol de noche".
No sé por qué la levanté.
Quizás si la limpiaba un poco se la podía regalar a mi viejo y le trajera algún
recuerdo lindo. La lámpara se sentía sucia en mis manos. La froté un poco,
esperando encontrar un agujero u óxido que la declarara indefectiblemente basura
irrecuperable, pero no, parecía estar bien. Levanté la cabeza, pensando en
seguir mi camino, y frente a mí lo ví: Un hombre de raza afroamericana, flaco y
alto. Tenía los labios, nariz y orejas llenas de aros, unos pantalones muy
anchos, y un chaleco brillante.
Me habló en un español
deformado, que en mi fantasía sonó a lengua muerta. Ovbiamente no era de por
aqui. Mi media sordera y el bullicio del tránsito tampoco iban a ayudar en la
comunicación.
Me acerqué un poco más,
poniendo mi dedo índice detrás de mi oreja, indicándole que no había escuchado
bien. Entonces, sacó un paraguas -que no me había percatado que llevaba-, lo
abrió y del mismo aparecieron colgados cientos -calculo- de collares, aros, cadenitas
y similares.
- Vendo barato - Me dijo,
todavía con acento extraño, pero perfectamente entendible.
- No gracias - Dije yo,
pensando en cómo harían los africanos para llegar a Argentina, a convertirse en
vendedores ambulantes, y pasé a su lado dispuesto a seguir mi camino.
- Zapatillas también - Le
escuché decir mientras me alejaba y me perdía entre la gente.
Durante el viaje, medio que me
arrepentí de ir cargando con ese trasto viejo, que seguramente no iba a
restaurar nunca e iba a terminar en la basura de todas maneras.
Llegué a casa, me cambié de
ropa, fui al patio con la lámpara y commence a limpiarla lo mejor que podía,
pero iba a requerir más trabajo para que quedara como yo imaginaba que debía
quedar.
Mientras lo hacía, me percaté
que la lámpara no estaba completa: Faltaba la perilla.
Fuí hasta la caja de
herramientas a buscar una pinza para probar que le mecanismo girase todavía, no
fuera a ser cosa de que trabajara para dejarla linda y la rosca estuviera
trabada o rota. Traje la pinza, y usando muy poca fuerza giré un poco el
mecanismo... y todos los sonidos cesaron.
Se hizo tal silencio que era
imposible no percatarse del mismo.
Luego, un humo azul comenzó
a salir de la lámpara, llenando el patio. Cuando se disipó, había un
hombre en mi patio. Vestido con túnicas y turbante. Las manos y orejas llenas
de anillos.
Mi primera reacción fue
instintiva: Agarré la lámpara y describiendo un arco con todo el brazo
extendido se la estrellé en la cabeza.
- Paráaaaa, paráaaaaa.... qué
hacés!?? -Me dijo, retrocediendo y quejándose del dolor.
- Qué hacés en mi casa? - Le
pregunté, en tono amenazante, blandiendo la lámpara con las dos manos, y
dispuesto a zamparle otro golpe dí un paso hacia él.
- No, no! - suplicó, con los
ojos desorbitados y los dos brazos extendidos hacia adelante, mostrándome las
palmas de sus manos - Soy el genio de la lámpara!! No conocés la historia de
Aladino?
Por supuesto que la conocía,
pero de ahí a creer que fuera cierta había un trecho largo. No contesté, pero
pensé: - Ojalá fuera cierto.
- Claro que es cierto - Me
dijo.
Escéptico cmo soy, sin decir
nada, pensé en un elefante azul andando en patines.
- Un elefante azul andando en
patines - Dijo.
Entonces pensé en un dinosauio
T-Rex gigante, en el espacio, calentándose las nalgotas de espaldas al sol.
- Un T-Rex en el espacion
calentándose la cola con el sol – dijo nuevamente.
Y me convenció.
- Así que sos un genio?
- Si.
- Y cumplís 3 deseos?
- Sí, así funciona.
- Ok. El primero, quiero que se
mueran todos los pedófilos.
- QUÉ?
- Si, que se mueran todos los
pedófilos, y los que sacan las fotos, y los que hacen videos, y los que los
distribuyen. En fin, todos los que estén relacionados con la explotación sexual
de los niños.
- No.... no puedo hacer eso.
- Por qué no?
- No podés pedir ningún deseo
que tome la vida de alguien más.
- Ah no? Quién puso esa
regla?
- Erhhhh... no sé.
- Y cumplís las reglas sin
saber quién te las puso?
- Y... sí.
- Y qué pasa si rompés esa
regla'
- No puedo romperla.
Simplemente mi magia no funciona. Creés que sos el primero que me pide que mate
a alguien?
- Uhmmmm. Ok. Entonces quiero
que crees vida. Eso si se puede, no?
- Eh? No entiendo.
- Claro, quiero que crees un
virus incurable.
- Eh?
- Si! Se transmite de dos
maneras: La primera es aérea, de esa manera infectará a todos los seres humanos
del mundo. El virus infectado vía aérea debe detectar si hay otro virus en el
host. De no ser así, es decir, es el primer host que infecta, debe permanecer
activo 18 años. Luego pasar a estado inactivo. De esa manera, los bebés y niños
tendrían el virus ativo por 18 años y los mayores de 18 lo tendrían inactivo.
- Sigo sin entender...
- La segunda vía de contagio es
por transmisión sexual. Si el virus se contagia por ésta vía y está activo y
detecta una cepa de virus inactivo en el host, ataca el sistema nervioso,
destruyéndole el cerebro.
- Entonces, todo adulto que
tenga relación sexual con un menor de 18 años quedaría en estado vegetativo...
ES LO MISMO QUE ME PEDISTE EN EL PRIMER DESEO!!!
- Nop. Te estoy pidiendo crear
vida.
- No!! Tampoco puedo hacer eso!
- Me lo hubieras dicho antes!
Me toca el genio de la lámpara resulta que no puede hacer nada!!
- Pero no podés pedir algo más
normal?
- Como qué?
- No sé.... una montaña de oro!
- Y dónde la pongo?
- El qué?
- La montaña! Sabés que el
tamaño que tiene una montaña? El terreno que necesito? Y despuès tengo que
cuidar que todo el mundo no venga a robarse el oro... es un problema. Y la AFIP
la vería enseguida, no es fácils seconder una montaña. Y de dónde sacaría es
oro? Se lo tendrías que robar a alguien no?
- Ok, ok. Otra cosa. Te
gustaría que todas las mujeres se enamoren de vos?
- Ni en pedo! Primero, mi mujer
es celosa. Segundo, quiero caminar tranquilo por la calle!
- Bueno, el siguiente deseo más
pedido en mi ranking es ser el mejor en algo. En qué te gustaría?
- Ese es el siguiente mejor
deseo en tu ranking? Nadie te pidió superpoderes?
- Si, pero un superpoder
violaría las leyes de la termodinámica, cosa que es imposible.
- Pero no hacías magia vos? LA
MAGIA VIOLA ESA LEYES!
- En realidad no. Cualquier
tecnología suficientemente avanzada es indistiguible de la magia.
- O sea que me estás diciendo
que usás tecnología para hacer lo que hacés?
- ...
- PRIMER DESEO! QUIERO CONOCER
ESA TECNOLOGÍA!
- No puedo hacer eso. Alteraría
la línea temporal.
- Pero tu presencia en ésta línea
ya la altera, mostro!
- No, estás confundido. Yo no
vengo del futuro...
- Sabés qué? Me cansaste.
Primer deseo, quiero una motosierra con el tanque lleno.
- Al fin! Concendido!
- Segundo deseo, quiero el
conocimiento de cómo manejar la motosierra para no lastiamarme cuando lo haga.
- Muy inteligente. Concedido!
- Tercer deseo, quiero que te
metas de nuevo en la lámpara.
- Pero...
No terminó a decir lo que
empezó. El humo invadió de nuevo el patio y cuando se disipó el genio ya no
estaba.
Tomé la motosierra, partí la
lámpara en 8 pedacitos, los tiré a la basura y me fuí a ver una peli.