martes, 25 de abril de 2017

El viajero

Ella trabajaba en una confitería, detrás de un vidrio y de la caja registradora.
Ël la miraba desde la calle peatonal, a través de la vidriera del local.

Embelesado, cada vez que volvía del trabajo, se quedaba un rato, parado en la calle, disfrutando de cada gesto que ella hacía. Sobre todo su sonrisa. Siempre atendía al público con una sonrisa.
Muchas veces pensó en entrar, sentarse en una mesita y pedir algo, pero sabía que no iba a poder dejar de mirarla, y que podía ponerla incómoda; entonces, se conformaba sólo con admirarla, y dejar que el tiempo, los días, pasen.
Pensó que nada iba a cambiar, que le mera visión y las miles de fantasías luego, se perpetuarían en el tiempo.

Hasta que un día, ella lo vió traspasr la puerta, y caminar hacia ella.

- Bon jour - pronunció en perfecto francés-  tu parles français?.
Ella, lo miró con la sonrisa de siempre, y luego miró  a su compañera que atendía al público,  como pidiendo ayuda.
Su compañera negó con la cabeza. Ella volvió a mirar al hombre y le dijo "No".
Él, bajó la cabeza un momento… movió los labios sin decir nada, levantó la cabeza de nuevo.
- Parli italiano? -con tonada de Nápoles-
Ella, negó nuevamente con la cabeza, sin dejar de sonreír.
El hombre volvió a repetir el gesto anterior, y ésta vez emitió una serie de sonidos con vocales largas; que ella también negó.
Una vez mas, el gesto de buscar algo en el piso y llamarlo en voz baja, para luego levantar la cabeza y pronunciar 
- Do you speak in English?.
- Very little - contestó ella, con mala pronunciación y frunciendo un poco el ceño.
Él imitó el gesto con las cejas,  y volvió a mirar al piso, concentrado, para luego decir con un tono español, remarcando un poco las eses: 
 - Hablas español?
- Sí! - dijo ella, ampliando aún más la sonrisa - 
- Ésto es España?
- Cómo?
- Que pregunto si estamos en España…
- No… Argentina.
- Argentina! - Dijo él con asombro. Y bajó de nuevo la cabeza, mirando al piso. La levantó nuevamente - Y qué año es?
- Dos mil diecisiete.
El hombre miró a su alrededor, como estudiando el lugar, y dijo un poco exaltado: Lo hemos conseguido! Es increíble, lo hemos conseguido…". Luego la miró a los ojos. Ella ya no sonreía. Parecía confundida. 
- Lo hemos conseguido, chavala! - Dijo en un tono más alto de lo normal - Lo entiendes? Lo hemos conseguido!
- La verdad que no… - dijo ella 
- Pero claro que no -sonriendo- venga que te explico! - dijo, pero su voz y su sonrisa sonaron apagadas de repente en la última sílaba-
Por un instante la miró con los ojos muy abiertos. Ella seguía sin entender. Él miró su reloj muñeca.
- Menos de 20 minutos - murmuró - voy a necesitar tu ayuda, vale?
- …
- Venga! Te lo explico todo en un minuto. Acompáñame a la mesa de ahí afuera -dijo, señalando una de las que estaban en la vereda.
Ella miró de nuevo a su compañera, que le dijo "Andá, yo te cubro por un ratito".
Salieron  y se sentaron.
- Mira -comenzó él- sabes que tu puedes viajar en el tiempo?
- Qué? N...No!
- Que sí. Por ejemplo, te acuerdas lo que hiciste ayer?
- Si.
- Bueno, la memoria no trabaja como creíamos. No es que queda grabado nada en el cerebro. Imagínate! Sería muy fácil grabar algo en él e implantar falsos recuerdos! Un horror!. No. Lo que en realidad sucede, es que tu mente viaja al pasado, y lo vive de nuevo, alterándolo incluso, y creando una línea de tiempo paralela. Cada vez que te acuerdas de algo viajas en el tiempo! Pero claro, es el 2017, todavía no sabéis nada de todo ésto.
- Vos me querés decir que sos de otro tiempo?
- Bueno, no completamente. Mi mente ha viajado hasta ahora, pero mi cuerpo está conectado en una máquina en mi época.
- Y… en qué año es tu época? -preguntó entre desconfiada y curiosa-
- Es el 4017. Decidimos probar el viaje a 2000 años justos. Claro, hicimos cálculos de dónde estaría la tierra en ese momento, pero no a qué país podría venir..., y terminamos en España!
- Argentina.
- Si, Argentina, perdón. Ésto es increíble!
- La verdad que sí. - Dijo ella en tono de burla-
- Entiendo. Entiendo que es difícil de creer, pero si me ayudas te convencerás.
- Ayudarte a qué?
- A volver!
- Y cómo?
- Mientras hablamos, la máquina que está transmitiendo mi mente hasta aquí usa grandes cantidades de energía y se sobrecalienta. No puedo estar mucho tiempo más.
Ella lo mira sin decir una palabra.
- Gracias a esa conexión puedo hablarte en español, y antes pude saludarte en otros idiomas. Esa máquina me transmite la traducción de lo que quiero decirte. A que mola!
Ella sonrió un poco.
- Hay más! Sabes qué recuerdos son a los que puedes volver? Porque no puedes volver a todos!
- No…
- A aquellos en los que  hay un componente emotivo. Mientras más fuerte la emoción, más fácil es volver a ellos. Es por eso que no te acuerdas de cosas intrascendentes. Me sigues?
- Creo que sí.
- Los recuerdos más emocionantes dejan como un faro en el tiempo para poder volver y es la adrenalina la que juega el papel fundamental en todo éste rollo. Por ejemplo, si tienes un susto muy grande, o sientes mucha ira por algo, esa sensación es muy fácil de recordar, por la adrenalina. A que te suena.
- Si… Puede ser.
- La adrenalina crea ésta marca en en nuestra mente que actúa como un señalador de a dónde volver.
- Entiendo -dijo dubitativamente-
- Y entonces -mira su reloj- necesito adrenalina para volver a mi mente en mi tiempo. Funciona en ambos sentidos!
- Querés que te asuste?! - Preguntó ella, con cierta inocencia.
- Jajajajaja. No, no. No creo que puedas. Pero sí hay algo que puedas hacer para que yo sienta adrenalina.
- Qué?
- Besarme.
Ella se congeló.
- Sé que suena loco -miró su reloj de nuevo, ésta vez algo impaciente - pero quién no recuerda el primer beso con alguien? Hay algo que desate más adrenalina en el cuerpo?
Ella no dijo ni una palabra.
- Te lo pido por favor. Para ti no sería gran cosa, pero a mí me presenta la posibilidad de volver… dijo, tomándola de la mano - De no ser así la máquina se apagará y mi mente desaparecerá. Es como morir.
Ella lo pensó por un momento, estaba confundida, pero y si era cierto? Si podía ayudar debía hacerlo!. Además, él tenía razón: Para ella no era mucho esfuerzo. Y el "gallego" le caía simpático y le gustaba.
- Bueno - accedió tímidamente.
Él se reclinó sobre su silla, y la tomó por detrás del cuello. Acarició su mejilla mirándola a los ojos, y acercó despacio su cara a la de ella. Ella cerró los ojos, y sintió los labios cálidos de aquél extraño pegarse a los suyos. El beso era suave, pero firme. La punta de sus lenguas se rozaron. Y sintió los labios de él separarse de los suyos.
Abrió los ojos, y vio a ese hombre que la acababa de besar, con los ojos desorbitados, mirándola.
- Quién sos?! -dijo él, con un tono alarmista, y reconociblemente argentino mientras se enderezaba en la silla golpeando levemente su espalda contra el respaldo - Y dónde estoy?! -continuó, mirando todo al su alrededor.
Ella no dijo nada. 
- Qué pasó? - dijo él, como reconociendo el lugar.
Ella creyó entender que la mente de aquel viajero del tiempo, temporalmente había ocupado la mente de ésta persona , vaya uno a saber dónde.
Él se levantó de la silla bruscamente.
- Creo que me drogaron! - dijo
- No, no. Dejáme que te explique -dijo ella dulcemente- levantándose a su vez de la suya.
Él se volvió a sentar, ella le trajo un café. La tarde caía, y así se conocieron. Charlaron. Luego se rieron. Luego se gustaron.
Unos días después, volviendo del cine, la tomó de la mano y le dijo con el mismo tono español de antes. 
- Ayúdame a volver. Y sonrió con complicidad. 
Ella, entendió todo, y se dieron el segundo primer beso de sus vidas.

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